Eduardo OTEIZA

Kobe, 4 de noviembre de 2019

Señoras y señores

Estimados colegas, amigas y amigos

Es un inmenso honor haber sido propuesto como presidente por el Consejo y el Presidium de la Asociación Internacional de Derecho Procesal. Siento una intensa emoción y una sincera gratitud por la responsabilidad que me han conferido al designarme para liderar a la IAPL.

No se trata de un compromiso individual, por el contrario, constituye un desafío colectivo que asumo con un conjunto de distinguidos colegas. El Consejo, de acuerdo con nuestro Estatuto, ha elegido como integrantes del Presidium, por los próximos cuatro años, a Fernando Gascón Inchausti, secretario general ejecutivo, Masahiko Omura, vicepresidente por Asía, Richard Marcus, vicepresidente por América del Norte, Burkhard Hess, vicepresidente por Europa, Luis Guilherme Marinoni, vicepresidente por América Latina y Frédérique Ferrand, Margaret Woo y Remo Caponi, a cargo de la Secretaría General. No puedo estar en mejor compañía. Es un real privilegio tener la oportunidad de trabajar con ellos por los próximos cuatro años. A todos ellos mi agradecimiento por haber aceptado el compromiso de trabajar juntos por nuestra Asociación. El proceso de toma de decisiones del Presidium es horizontal, desde varios puntos de vista. Hay un profundo sentido de igualdad y respeto entre sus miembros. Se privilegian los sólidos argumentos, la cordialidad y la mutua cooperación.

El profesor Fernando Gascón Inchausti leyó el detallado estado de la Asociación elaborado por nuestro último presidente, el profesor Loïc Cadiet. Las primeras palabras de Cadiet expresan su inquietud interior por no estar entre nosotros hoy. Debo agregar que compartimos ese sentimiento ya que nos apena su ausencia y esperamos que pronto supere los problemas de salud que determinaron que debamos prescindir de su compañía. Su trabajo como secretario general ejecutivo, desde Salvador Bahía (2007) y después como presidente, desde Heidelberg (2011), le dio a la IAPL un gran impulso. Con el apoyo de Marcel Storme, Federico Carpi y Peter Gottwald ha guiado un tránsito generacional que hizo posible llevar adelante la transformación propuesta, consistente en lograr un cambio que preservara nuestras mejores prácticas, que coincidió con la reforma de nuestro estatuto en 2011 y con la elección de nuevo Presídium, consistente en lograr un cambio que preservara nuestras mejores prácticas.

Muchas iniciativas se adoptaron desde 2011, pero los valores que fortalecieron la vida de la IAPL fueron fielmente respetados. Al final de su informe, Cadiet consideró que era su responsabilidad brindar su punto de vista sobre el camino que resultaba conveniente seguir para afianzar el futuro próximo de la IAPL y sugirió que la expansión global de la IAPL había creado las condiciones que hacían factible que la presidencia fuera transferida a América Latina.

Hay un valor simbólico en la posición de Cadiet. Significa un reconocimiento al aporte que realizó el procesalismo latinoamericano a la Asociación. En 1950, durante la celebración del primer Congreso que tuvo lugar en Florencia, se formó el comité encargado de constituir la IAPL. Contaba con nueve profesores, cinco europeos y cuatro americanos. Sin embargo, la formalización de nuestra vida institucional tiene lugar con la adopción de nuestros estatutos en 1972, en el Congreso Mundial de México, organizado por nuestro primer presidente Niceto Alcalá Zamora y Castillo. Entre los procesalistas latinoamericanos que han brindado trascedentes aportes a la Asociación puedo recordar a Eduardo J. Couture, Hernando Devis Echandia, Enrique Vescovi, Héctor Fix Zamudio, Cipriano Gomez Lara, José Carlos Barbosa Moreira, Ada Pellegrini Grinover y Augusto Mario Morello. Todos ellos han contribuido al desarrollo de nuestra Asociación. Asimismo, los jóvenes procesalistas latinoamericanos son muy activos, como hemos visto en este Congreso Mundial en la sesión destinada al call for papers.

Al asumir la responsabilidad que me ha sido confiada por el Consejo, principalmente por identidad latinoamericana, deseo subrayar la importancia de la diversidad. En las diferencias, en la tolerancia, en las semejanzas y en la calidad del trabajo académico se encuentran las bases de nuestro crecimiento como comunidad científica empeñada en el mejoramiento de la justicia.  La senda de la complementariedad y el pluralismo enriquecerá a nuestra Asociación y mostrará su carácter inclusivo y global.

Querría referirme brevemente a la grata experiencia que significó trabajar en el Presídium con excelentes colegas y amigos. En los últimos ocho años – junto con Manuel Ortells, Teresa Arruda Alvim y Fernando Gascón Inchausti, que ocuparon la secretaria general ejecutiva, Michele Taruffo, vicepresidente por Europa, Masahisa Deguchi y Masahiko Omura, vicepresidentes por Asia, Oscar Chase y Richard Marcus, vicepresidentes por América del Norte, Burkhard Hess, Janet Walker y Neil Andrews, en la secretaría general y nuestros presidentes honorarios Marcel Storme, Federico Carpi y Peter Gottwald, constituimos un grupo cuyas acciones contribuyeron al crecimiento de la IAPL. Como testigo de los esfuerzos y el compromiso de cada uno de ellos mi sincero reconocimiento.

Fueron años intensos, durante los cuales se consiguieron logros importantes. Entre ellos menciono que se organizaron dos congresos mundiales. El primero celebrado en Estambul (2015). Y el magnífico congreso al que ahora asistimos, que con destreza logró llevar adelante el profesor Koichi Miki. Así como los coloquios de Moscú (2012), Atenas (2013), Seúl (2014), Bogotá (2016) y Tianjin (2017). Además, de dos conferencias internacionales, en Buenos Aires (2012) y en Salamanca (2018), convocadas por la IAPL y el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal.

Con la mirada puesta en el futuro, y como testimonio del alto nivel científico de nuestros encuentros, proyectamos la realización de los coloquios de Porto Alegre (2020), Örebro (2021) y Costa de Marfil (2022), junto con nuestro próximo congreso mundial cuya sede será Lima (2023). Todas estas actividades han sido planificadas siguiendo nuestras reglas internas, aprobadas en 2012, que brindan previsibilidad a nuestras actividades. Esas reglas constituyen un marco que brinda certidumbre a nuestras relaciones con los organizadores locales de los encuentros académicos.

Se encuentra en plena planificación la cuarta edición de nuestra Summer School. Como ya se ha mencionado, las tres anteriores tuvieron lugar en Luxemburgo, en el Instituto Max Planck, gracias a la incomparable hospitalidad de nuestro querido amigo, el profesor Burkhard Hess, en las que participaron un grupo de jóvenes procesalistas altamente calificado y contaron con el invalorable aporte de destacados profesores visitantes. En cada una de las ediciones de la Summer School tuvieron lugar intensos y fructíferos debates, como atestiguan los tres volúmenes publicados por la casa editorial Nomos.

En mi opinión, el diálogo intergeneracional que tiene lugar durante las sesiones de la Summer School es particularmente enriquecedora. La edad cronológica es un límite relativo, como demuestran los ejemplos de Roscoe Pound y Giusseppe Chiovenda. Pound, a los treinta y seis años nos brindó su conferencia sobre The causes of popular dissatisfaction with the administration of Justice. Y Chiovenda, a los treinta y cuatro, en su disertación sobre Le reforme processuali e le correnti del pensiero moderno. Para ninguno de ellos la juventud constituyó un límite. Al contrario, gracias a la vitalidad de su pensamiento, se han podido divisar nuevos horizontes. Además, el cambio de opiniones y experiencias entre diferentes generaciones se ha revelado como un rasgo distintivo de nuestra Asociación. La Summer School ofrece un espacio de crecimiento recíproco, que robustece las relaciones personales y profesionales. Son también una grata oportunidad que ampara la maduración diversas iniciativas.

En el congreso mundial de Estambul se confirió el premio Cappelletti. La segunda edición del mismo premio será otorgada en la sesión de clausura del presente congreso mundial. El jurado, presidido por el profesor Richard Marcus, en el que participaron los profesores Frédérique Ferrand, Remo Caponi, Álvaro Pérez Ragone y Masahisa Deguchi examinaron cuidadosamente los libros que aspiraban al premio y nos informaron sobre el resultado de sus deliberaciones. El meticuloso examen que realizaron de los trabajos presentados en las cinco lenguas oficiales de la Asociación es merecedor de nuestro reconocimiento. En Salamanca fue otorgado el premio Storme bajo similares directrices.

Nuestra International Journal of Procedural Law cuenta con diecisiete volúmenes desde su aparición en 2011. Estamos discutiendo como obtener el pleno reconocimiento de sus méritos científicos y profundizar su difusión.

La Asamblea ha recientemente aprobado una modificación de nuestro estatuto que implica un verdadero paso adelante en el plano institucional dado que hemos formalizado su registración ante las autoridades de Luxemburgo.

Algunos de mis comentarios coinciden en alguna medida con la información brindada a la Asamblea por nuestro ex presidente. Mi objetivo, al volver sobre lo sucedido en nuestra historia reciente, es subrayar el trabajo realizado gracias a la conducción del profesor Cadiet. Seguramente podremos seguir contando su preciada colaboración, junto con la de nuestros estimados presidentes honorarios Federico Carpi y Peter Gottwald, así como de los miembros honorarios del Consejo y del Presídium. Tengo la convicción que el nuevo Presídium extrañará la presencia de nuestros amigos los profesores Janet Walker y Michele Taruffo. A ellos extendemos nuestra gratitud por sus aportes en beneficio de la Asociación.

Permítanme ahora adoptar un punto de vista diverso, más personal. Hace algunos años atrás, mientras intentaba comprender el aporte de Alcalá Zamora al derecho procesal encontré un artículo suyo publicado en la revista de la Universidad de La Plata en 1944. En ese momento Alcalá Zamora era profesor de mi Universidad. Lo llevó allí el duro camino del exilio que debió transitar al estallar la guerra civil española. El título del artículo es Proyecto para la creación de una asociación o un instituto de derecho procesal internacional. En ese artículo describe su primer encuentro con James Goldschmidt, en 1936, en la Universidad de Valencia (España). En esa reunión Alcalá le propuso a Goldschmidt la creación de una Asociación Internacional. Él tenía treinta años y Goldschmidt sesenta y dos. Según Alcalá Zamora aquella iniciativa no prosperó al tener ambos que marchar al destierro. Goldschmidt debió huir de Alemania por ser judío y luego le resultó imposible permanecer en España, desde donde partió para refugiarse en Montevideo. Ciudad en la que falleció en 1940. Alcalá Zamora inició un largo peregrinar que lo llevó primero a Argentina y de allí a México. En aquella reunión de 1936 se encuentra la simiente que tuvo su primer fruto en el Congreso realizado en Florencia por la Asociación Italiana en 1950. En esa ocasión cinco europeos: Carnacini, Redenti, Schönke, Schima y Fairén Guillén, y cuatro americanos: Alcalá Zamora, Millar, Couture y Tasso, asumieron la misión de crear el Instituto Internacional de Derecho Procesal. El anhelo de aquel joven Alcalá Zamora lograron concretarse en el Congreso de México de 1972. Es sorprendente – o tal vez no- que Alcalá Zamora no fuese parte del grupo de europeos en el lanzamiento de la iniciativa de crear un Instituto en 1950. Quizás en ese momento haya preferido identificarse con la América Latina que lo cobijó en su exilio. La circunstancia que el primer presidente de nuestra Asociación haya sido profesor en mi universidad es una coincidencia que encuentro me ha sorprendido.  No deja de ser sugerente que él también fuera visto como latinoamericano.

En 1987 participé del VIII Congreso Mundial celebrado en Utrecht, presidido por Mauro Cappelletti. Recuerdo claramente las palabras con las que clausuró aquel Congreso. Inmediatamente después de Utrecht tuve la suerte de investigar un año en el Instituto Universitario Europeo bajo la dirección de Cappelletti. Período durante el cual me transmitió su entusiasmo sobre el potencial de la IAPL, así como su perspectiva sobre la relevancia del acceso a la justicia en sus diversas dimensiones. 

En el cierre del X congreso mundial de Taormina (1995) Storme, en su discurso como nuevo presidente de la IAPL, recordó que en 1976 Cappellletti había sido su huésped en Gante. Esa referencia hace explícita la potencialidad del trabajo que llevaron adelante Cappelletti y Storme, al darle a la IAPL nuevos horizontes. En el VI congreso mundial de Gante (1978) y en el VII congreso mundial de Würzburg (1983), Cappelletti y Storme, apoyados por Carpi y Gottwald, prosiguieron el camino iniciado por la generación de Alcalá Zamora, Redenti, Carnacini y tantos otros. En el XIV Congreso Mundial de Heidelberg fue definida la realización de un cambio que respetara la continuidad. La modificación estatutaria aprobada por la Asamblea permitió unir los esfuerzos de distintas generaciones de procesalistas.  Se produjo una confluencia de esfuerzos que posibilitó que se desarrollara la transformación que se produjo desde entonces.

La continuidad de la IAPL muestra la solidez de específicos valores fundantes, que han marcado nuestra vida institucional, como las ideas democráticas, la solidaridad, las aspiraciones de igualdad y la búsqueda de una justicia con rostro más humano.  

Una vez más, muchas gracias por vuestra confianza. Haremos lo mejor de nosotros para estar a la altura de las circunstancias. 

 

 

Loïc CADIET
Heidelberg, le 29 juillet 2011

1. First of all I want to apologize for not speaking German but Frédérique Ferrand spoke so well German Wednesday that she spoke for two.
The General Assembly of the International Association made me yesterday the great honour to appoint me as its new president.
I do not know whether it is a good idea or not but I shall do my best not to disappoint your trust and to fulfill all the duties that this honour requires.
I shall do it with your indispensable help as we ever did. You did not elect a single man but a group, I must say a team and I may say a wonderful team. I know I can count on the support of Oscar Chase, Michele Taruffo, Masahisa Deguchi, Eduardo Oteiza, Janet Walker, Neil Andrews, Burkhard Hess and Manuel Ortells Ramos, as well as yours and especially the help of the members of the Council that we decided to bring from 20 to 25 in order to improve its representativeness and particularly make more room for female colleagues as well as young colleagues.
The history of our Association is the history of a collective challenge. Generation after generation for over sixty years, since the association was founded in Florence, we are writing together this history like a novel chain.
I will note hide my emotion. I measure the weight of the responsibility entrusted to me.
I measure it when I look to the past so well told by Federico Carpi in Ghent some years ago, when I remember the name of Enrico Redenti, Niceto Alcalà-Zamora y Castillo, Mauro Cappelletti, Marcel Storme, Federico Carpi and Peter Gottwald, all these prominent personalities who ruled our association. All of them with their colleagues of the presidium and the council worked hard, most often at their own expenses, investing a lot of time and energy in the preparation of the congresses, the edition of the booklet, the development of the membership, and so many other tasks. A special thanks here to the honorary members of the presidium: especially José Carlos Barbosa Moreira, Ada Pellegrini Grinover, Yasuhei Taniguchi and Keith Uff. Thanks to them and thanks to the colleagues who accepted and who will accept to organize so important world congresses and regional conferences. Thank you so much Burkhard, all your colleagues of the Organizing Committee without forgetting your administrative team, especially Henriette Beisel, without forgetting Ms Hess because I know how the organization of such a congress requires times and energy to the detriment of family life. Thanks to you, thanks to them the Association has been consolidated over the years, has spread throughout the world and has increased its activities. Today our association has nearly four hundred members worldwide, representing more than 50 countries. I did not personally know Redenti, Alcalà-Zamora, Cappelletti but I had the chance to work very close to Marcel Storme, who was president when I became a member of the association and a member of the council, then to Federico Carpi and Peter Gottwald when I became Executive Secretary General. I learned a lot from them. I hope that I will be able in my turn to transmit the memory and the invaluable knowledge they generously gave me.
2. También se midió el peso de las responsabilidades que me han confiado, cuando miro hacia el futuro. En el mensaje que escribió al fin de Junio, Federico Carpi nos dice que el futuro está en nuestras manos et que debemos asegurar el cambio en la continuidad. Creo que sí, en la composición como en las actividades de nuestra Asociación.
Considerando su composición, la continuidad es la presencia en el presídium de nuestros colegas Michele Taruffo, Oscar Chase y Masahisa Deguchi; es la presencia en el consejo de nuestros colegas José Roberto Dos Santos Bedaque, Frédérique Ferrand, Moon-hyuk Ho, Miklós Kengyel, Dimitri Maleshin, Vytautas Nekrošius, Walter H. Rechberger, Rolf Stürner, Piet Taelman, Alan Uzelac, Garry D. Watson.
El cambio es la llegada en el presidium de nuestros colegas Janet Walker, Neil Andrews, Burkhard Hess, Manuel Ortells Ramos y Eduardo Oteiza. En este presidium, los vice-presidentes son Oscar Chase (America del Norte), Masahisa Deguchi (Asia), Eduardo Oteiza (America latina) and Michele Taruffo (Europe); Neil Andrews, Burkhard Hess, Manuel Ortells Ramos and Janet Walker componen el Secretariat-General, Manuel Ortells Ramos volviendo Secretario general ejecutivo y Burhard Hess Tesorero de la Asociacion despues de un corto periodo de transicion.
El cambio es tambien la llegada en el consejo de nuestros colegas Teresa Armenta Deus, Teresa Arruda Alvim Wambier, Paolo Biavati, Remo Caponi, Laura Ervo, Fernando Gascon Inchausti, Angela Ester Ledesma, Richard Markus, Remco van Rhee and Michael Stürner.
Considerando, en segundo lugar, sus actividades, la continuidad es primero y principalmente la fidelidad a los principios que llevaron a la formación de la asociación en las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. Escuchamos lo que decía Piero Calamandrei en su informe final del primero congreso mundial de derecho procesal civil en Florencia, del 30 de setiembre al 3 de octubre de 1950: “El estudio, considerado como misión y como cooperación humana nos trae ese gran apoyo que hemos experimentado hasta aquí, incluso durante el congreso. Es esta perennidad, este nexo que es constante entre los hombres, incluso a lo largo de los períodos en los cuales las armas alcanzan las barreras más salvajes. Y aún cuando la guerra parece dividir los pueblos con brutalidad, por encima de la contienda, los libros continúan sin saberlo su coloquio a distancia. Esta fraternidad, esta solidaridad persisten a pesar y contra todo, en los cielos del espíritu”. Nuestra responsabilidad es alimentar entre todos los procesalistas del mundo, en el respeto mutuo de sus diferencias, el fuego de la solidaridad, cooperación y amistad a fin de promover une justicia más humana y más democrática, una tutela jurisdiccional más eficaz respetando el derecho a un juicio justo. Nuestra asociación debe seguir siendo una gran familia, donde los mismos ideales de justicia deben ser más fuertes que las afiliaciones nacionales, políticas o religiosas. En nuestra casa común, no hay espacio para nacionalismo, extremismo, xenofobia, intolerancia.
En este espíritu, la continuidad es tambien la organizacion de las conferencias el ano proximo en Buenos Aires, en Junio, y Moscu en septiembre; en 2013 en Grecia, en 2014 en Corea del Sur, pues la preparacion del decimoquinto congreso mundial por lo cual nuestra associacion tiene buenos contactos, especialmente con colegas de Turquia. En los proximos meses podremos darles más informaciones. Muchissimas gracias a nuestros amigos OTEIZA, MALESHIN, KLAMARIS, y HO. También vamos a hacer esfuerzos para desarrollar la asociación en el mundo donde todavía no existe o existe poca: África, Medio Oriente, Asia central y China.
En cuanto al cambio, es principalmente de dotarnos de nuevas herramientas de desarrollo. Ya hemos empezado con la modernización durante este congreso de los estatutos de la asociación, con la creación de nuestra revista internacional de derecho procesal cuyo primer número fue publicado por Intersentia hace unos días. Muchas gracias para Marcel Storme para su iniciativa, su implicación y su determinación en este ámbito. Vamos a seguir con el diseño de una página web dinámica e interactiva por la cual nuestro colega y amigo Eduardo Oteiza tiene algunas ideas. Nuestra actividad también debe tratar de avanzar en nuevas direcciones, especialmente en dirección de los jóvenes procesalistas que son el futuro de nuestra asociación. Tenemos que encontrar la manera de hacerles participar más de cerca a nuestras actividades: por ejemplo crear une rubrica “Joven procesalista” en nuestra revista, organizar encuentros doctorales y post-doctorales, quizás entregar un premio a los mejores jóvenes procesalistas. Claro que no es fácil pero el movimiento se demuestra andando. Otra dirección podría ser la institución de comisiones permanentes, que serian grupos de trabajo abiertos a todos los miembros de la asociación sobre una base voluntaria, dedicados a cuestiones particulares como, por ejemplo, la terminología procesal. Los congresos y las conferencias no deben ser nuestro único horizonte. Podemos, debemos probar estas pistas aun que sea modestamente, trabajando juntos. Somos abiertos a todas las ideas. Roma ha necesitado mucho tiempo para que sea Roma. Nuestra asociación también necesita mucho tiempo. Sus Remus y Romulus se llamaban Enrico Redenti, Hans Schima, Adolf Schönke, Victor Fairén-Guillen, Robert Wyness Millar, Niceto Alcalà Zamora, Oscar de Cunha y Eduardo Couture.
3. Mais, dans l’immédiat, c’est un autre chemin que nous allons emprunter, demain, celui de Strasbourg, et puisque l’occasion m’est offerte aujourd’hui de m’exprimer dans ma langue maternelle, ce dont je remercie chaleureusement les organisateurs du congrès, je souhaite pouvoir vous dire un mot de Strasbourg, pour deux raisons.
La première est que je souhaite rassurer Burkhard qui, lundi dernier, lors de la séance d’ouverture du congrès s’inquiétait, avec délicatesse, que le choix d’organiser une visite à Strasbourg à la suite d’un congrès ayant lieu à Heidelberg soit mal compris. Il n’y a aucune raison qu’elle le soit. Qu’il se rassure. Strasbourg est certes située en France mais Strasbourg est une ville européenne, à la fois siège d’institutions de l’Union européenne et du Conseil de l’Europe. L’européanité de Strasbourg est inscrite dans son paysage, dans ses monuments, dans les gens qui y vivent, dans les langues qu’on y entend, dans le droit qu’on y enseigne à la faculté.
Ce qui me conduit à la deuxième raison de parler de Strasbourg et cette fois-ci c’est à Herbert Kroncke que je ferai référence. Lundi dernier, notre collègue nous a expliqué les bonnes raisons qu’il y avait de considérer qu’Heidelberg était un bon choix pour ce 14ème congrès de l’AIDP et, au nombre de ces raisons, figuraient les noms des grands professeurs de droit international et de droit processuel ayant enseigné à Heidelberg depuis sa création. Il ne m’en voudra pas si j’ajoute à sa liste le nom d’un professeur de droit civil de cette belle université, un professeur de droit civil bien connu des juristes français, dont l’œuvre a été popularisée en France au 19ème siècle par deux professeurs de droit civil de la faculté de droit de Strasbourg qui, par la suite, écriront leur propre traité qui deviendra, pendant plusieurs décennies, la source d’inspiration principale de la Cour de cassation dont ils seront devenus membres. A cette époque du 19ème siècle, le code Napoléon était encore applicable dans cette partie de l’Europe et ce professeur allemand en avait fait le commentaire selon une méthode nouvelle que suivront à leur tour les deux professeurs français. Ce professeur d’Heidelberg est Karl-Salomo Zachariae et ces deux professeurs de Strasbourg sont Charles Aubry et Charles Rau. Il se trouve que le Cours de droit civil français d’après la méthode de Zachariae d’Aubry et Rau comportait deux parties, une première partie intitulée Droit civil théorique français et une deuxième partie intitulée Droit civil pratique français, dans laquelle Aubry et Rau traitaient de l’action et des exceptions, de l’autorité de la chose jugée, de la preuve et de la prescription, qui sont aussi des questions de procédure civile où se manifeste le plus la dialectique du droit substantiel et du droit processuel, ce qui nous ramène à l’objet de notre congrès et me conduit en même temps au point final de mon intervention
Gracias por su atención
Thank you for attention.
Et rendez-vous à Buenos-Aires, puis à Moscou.

 


Peter GOTTWALD
2010
Dear members and friends,
In these times of economic and political turbulences the IAPL is flourishing. After a long and very successful time Marcel Storme being president we are yet in a certain time of transition, as in a very natural way a younger generation shall and will take over and run the business of the IAPL step by step.
This transition is apparent with the office of the president. The last “president’s letter” of 2009 originated by Federico Carpi, and now, since September 2009 the turn to preside is with me, the youngest elected to the presidium in 1995. Our Honorary President Marcel Storme can celebrate his 80th birthday this summer. Federico Carpi completed the 70th year of his life in January. I myself have passed the age of 65.
Federico Carpi was a highly esteemed, very diligent Secretary General and likewise an impressive President. In the name of all of us and personally I would like to thank him (and his wife Paola) very warmly for his great personal engagement in favour of the IAPL over such a long period.
In his letter of 2009 Federico reminded all of us of the respectable history of our Association and was perfectly right to hail again all great scientists who took directly part in the life of the IAPL. Who wants to learn about famous teachers of procedural law from the fifties to the first decade of the 21st century is kindly invited to read again Federico’s appealing report.
Like him I feel much honored to become president after 14 years serving as secretary general. I am very happy and grateful about this.
Main concern of my presidency will be to intensify our efforts to improve the transnational cooperation between lawyers and the exchange of legal information which are the basic objects of our association as well as encouraging young scholars from all over the world to engage in this cooperation.
Since 1978 the papers of our World Congresses and of all interim conferences are published and form a very remarkable library of comparative procedural law. We are, however, still lacking a constant platform for the exchange of ideas which is open to all members and not just to a limited number of conference reporters. On a first suggestion by Stefan Leible and on particular effort of Marcel Storme the IAPL is now going to launch a new multilingual “International Journal of Procedural Law”. This journal shall be published twice a year by Intersentia Publishers, Belgium, with Lo?c Cadiet and me as editors-in-chief together with an excellent team of editors, assistant editors and senior advisers. The journal shall contain articles in English, French, German, Italian and Spanish. The first number shall be published in spring 2011. As our journal shall be a real common international forum all of you are kindly invited to submit their proposals to the general editors. To ensure a high quality all articles are subject to a severe peer review before they are accepted for publication. I am confident that our common efforts will lead the journal to success, becoming soon a leading review of procedural law in an international context.
In addition, we shall improve the website of the IAPL, in particular convert it into a technically independent platform of the IAPL.
In the meantime both conferences which were announced in the last president’s letter have been held with great success. Manuel Ortells Ramos (together with his team) has perfectly organized his conference in October 2008 in Gandia and Valencia in Spain. Already at the conference he could present two volumes on “Oral and written proceedings: Efficiency in civil procedure” (ed. together with Federico Carpi) and one volume on”Appeals to Supreme Courts in Europe”. Janet Walker and Oscar Chase (also together with their team) could likewise offer a brilliant conference in June 2009 in Toronto. The papers presented there were only recently published with LexisNexis in a well edited book titled “Common Law, Civil Law and the Future of Categories.” Many thanks again to all who contributed to the success of both conferences.
This year we are looking ahead very soon to the Pécs conference on “Electronic Justice – Present and Future”, September 23-25, 2010, organized by Miklos Kengyel. The conference is devoted to all innovations and changes which the introduction or, should I say, invasion of the modern electronic information technology will lead us to in the civil justice system. Pécs is a remarkable city in southern Hungary worthwhile to be visited as it is one of the cultural capitals of Europe of this year.
Next year, 25-30 July 2011, the XIV World Congress of Procedural Law will take place in Heidelberg (Germany), locally organized by Burkhard Hess within the celebrations of the 625th anniversary of the Ruprecht-Karl University of Heidelberg. After many years of focusing the efficiency of civil justice the congress is devoted to the core of our activities, namely realizing “Procedural Justice”. All members of the IAPL are kindly invited to participate in this event in the romantic city of Heidelberg.
For 2012 I can even announce two conferences: one in spring in Argentina organized by Eduardo Oteiza on behalf the Argentine Association of Procedural Law and the Iberoamerican Institute of Procedural Law on class actions and a second one in Moscow (Russia) organized by Dmitri Maleshin of Lomonossov University on “Civil Procedure in Eurasia in cross-cultural dialogue”. We are very happy that it is possible to have such conferences for the first time in both countries.
This letter shall not end without many thanks to all members of the presidium for their kind cooperation, in particular to our Executive Secretary General Lo?c Cadiet, for the amicable handling of our everyday business and for the preparation of this new edition of the Membership’s list.
Concluding this letter I kindly request all members to use the offered possibilities of scholarly and personal contact and exchange, to present their ideas within the forum of the IAPL, to encourage young scholars who are interested in international cooperation to participate in the activities of the IAPL and to nominate them to become new members.

 

 


Federico CARPI
2009
Dear Members and Friends,
It’s hard to explain how it's possible to have such conflicting feelings: on one hand gratitude for your vote of confidence in appointing me President and on the other hand anxiety about deserving it and being able to fulfil all the tasks that this honour requires.
I am relieved if I think that I will carry out the President’s functions as a “dispatch rider” with Peter Gottwald and that I can count on the support of Ada Pellegrini Grinover, Oscar Chase, Masahisa Deguchi, Loïc Cadiet, Michele Taruffo, as well as yours.
My thoughts go to the masters that came before me: Enrico Redenti, Niceto Alcalà Zamora y Castillo, Mauro Cappelletti as well as, of course, Marcel Storme. And to all the members that did so much for our association, including organising the world congresses and the colloquiums that were so important for the development of comparison in civil procedural law
I am thinking of José Carlos Barbosa Moreira and Yashuei Taniguchi, for many years vice – presidents of our association, always present at our meetings notwithstanding the long trips they had to face in order to bring precious advice on the choice of subject and speakers of the congresses; I am thinking of Walter Habsheid, Pessoa Vaz, Ulla Jacobsson and Sir Jack Jacob, Wedekind, Pelaya Yessiou-Faltsi, Walter Rechberger, Kostantinos Kerameus, Italo Andolina, Mieczyslaw Sawczuk and many others amongst whom I can’t forget professor Sherman and Professor Yannopulos who hosted us in New Orleans, nor can I forget Tony Jolowicz, Vittorio Denti, Augusto Morello, Jacques Normand and Roger Perrot and above all dear Cipriano Gomez Lara who left us after all his great efforts in organising the XII word congress in Mexico. And then also our Japanese colleagues and the congress they organised: first Takeshi Kojima in Tokyo and then Masahisa Deguchi in Kyoto in 2006.
In these years the difficult work of secretary was shared with Peter Gottwald and Keith Uff and it is also thanks to them that the association has grown stronger and bigger, with more or less 350 members worldwide. The membership booklet you will be provided with is evidence of this.
The Executive Secretary, Prof. Loïc Cadiet has arranged this booklet: let me express our gratitude to him for his magnificent work.
But it is especially thanks to the great commitment, work and enthusiasm of Marcel Storme, who is now the Honorary President, that the association has developed throughout the whole world, as the last world-wide congress held in Salvador de Bahia has demonstrated. That congress was due to the impeccable organisation of Ada Pellegrini Grinover, of Petronio Calmon Filho and their collaborators, whom we once again thank.
I am certain that the future will bring a further development of co-operation both in the professional field and in friendly relations among us all.
The colloquium on “Oral and written proceedings: efficiency in procedure” that will be held in Valencia from 6th to 8th November 2008 is now ready, thanks to Prof. Manuel Ortells Ramos.
Then we will have the colloquium scheduled for June 3-6 2009 in Toronto, on which I am already working with Oscar Chase, Janet Walker and Collem Hanycz, with the constant presence, I imagine, of Garry Watson; the general topic will be “Neither Common nor Civil: Procedural Reform and the need for New Categories”.
Furthermore: in 2010 there is a proposal for a colloquium in Pecs, Hungary; in 2011 the XIV world congress will be in Berlin and Neil Andrews has proposed a colloquium in Cambridge.
It is because of the organisation of these events that we should express our great satisfaction with all achievements that facilitate the exchange of research and knowledge amongst experts from all over the world.
This can add significantly to the future of one of the noblest human activities, the development of justice, to meet the demands of the modern State and to guarantee effective protection, at constitutional and sovranational level, of human fundamental rights.
Maintaining mutual knowledge, the observance of the law, the sense of affiliation to a great family – as our Association has been well defined – may contribute to the attempt to defeat extremism and all abuses. In the last analysis, it could lead to preserving that supreme good, stamped on too often, that is peace, the respect of rights and their jurisdictional protection.
Concluding his report to the Lund Colloquium, with regard to the spirit of our Association Mauro Cappelletti noted that: “It is an open association of scholars; open, that is, to procedural law scholars of all countries, of all races, of all creeds, with no bars or discrimination.
Being a scholarly association does not mean insulation from all actual life.
We are scholars who deal with the law, and the law is, of course, itself a political phenomenon, indeed a very crucial reality of societal life.”
These are words that I think are the best ones still today.
As we can see the foundations of the International Association of Procedural Law are strong: vivat, floreat, crescat!

 


Marcel STORME
Ghent, 16 January 2007
It is not without a certain nostalgia that I add a short foreword to the issue of our booklet containing the names of the members of our worldwide association which now appears once again through the good offices of Federico Carpi.
It was indeed 30 years ago, in 1976, that on the occasion of the10th anniversary of the Belgian Code of Judicial Procedure (1967-1977) in Ghent I conceived the idea of organizing a worldwide symposium on procedurallaw with the title: Towards a Justice with a Human Face.
We were overwhelmed by the tremendous success of this event , which brought no fewer than 300 participants from 50 countries to Ghent.
In the preparation of this first World Congress, I was able to rely on the unstinted support of our much-lamented former President, Mauro Capelletti, and our equally mourned former Secretary-General, Vittorio Denti.
The tone was set, followed at once by the breakthrough of the scientific and comparative-law approach to procedural law, but now on a world scale – in the footsteps of the International Association of Procedural Law launched in Florence in 1948.
In the early stages, it was difficult to find a location where the next World Congress could be held. Finally, it was our colleague Walther Habscheid who took upon himself the organization of the event in the magnificent city of Würzburg.
Since then we have organized large-scale Congresses every four years: successively at Utrecht, Coimbra, Taormina , Vienna and Mexico. We also managed to fit in an Extraordinary Congress in Bologna on the occasion of the 9OOth anniversary of the establishment there of the oldest university
Symposia of more modest proportions have also been organized in various locations, namely Lund, Lublin, Thessalonica, New Orleans, Ghent, Brussels, Coimbra, Paris/Dijon, Vienna/Budapest, Kyoto.
During the forthcoming World Congress in Salvador de Bahia, the Presidium that has been in office since Taormina (1995) will resign in a body.
Some members of the Presidium have agreed to take up office again together with a number of new members to be elected in Salvador de Bahia.
Thus a new era will come to an end; the era of Niceto Alcala Zamora y Aragon, the era of Mauro Cappelletti and the era of the current Presidium will be followed by a new era which will see the continuity of our world-renowned Association.
There are few tasks of the law which would appear to be so intimately linked to national interests as procedural law. This was consistently underlined in all manuals dealing procedural law in the 19th and 20th centuries.
Such has also been the experience in the European Union, where initially any attempt to harmonize, or at least approximate, procedural law within the Union met with particularly fierce opposition.
This national, in some cases even nationalistic, approach contrasts sharply with the fact there is no branch of law in the world in which the problems are the same everywhere: to ensure access to justice which will be granted in a way which is at the same time affordable, quick and transparent. This is the golden rule which is summarized in Article 6 of the European Convention on Human Rights:” a fair trial within a reasonable time before an impartial and independent judge”.
There can be no doubt that the breakthrough of procedural law on the world forum owed its accomplishment to the pioneering work of the outstanding comparatist in this field, my honoured and illustrious predecessor, Mauro Cappelletti.
His Access to Justice, also his opus magnum, was an awesome eye-opener to the whole world.
With the International Association we have built further on this foundation.
The proceedings of all symposia and Congresses have been published in elegant volumes and in this way made available to procedural law scholars throughout the world.
The import and export of best practices in civil procedural law can no longer be said to be a significant exception, as was evidenced in particular during the most recent symposium in Kyoto.
Now my period in office as President is to be irrevocably terminated at the Salvador de Bahia Congress, I take this opportunity to express my gratitude for the privilege of having experienced this wonderful international adventure.
Gratitude to my revered predecessor, Mauro Cappelletti, with whom I was able to set up excellent cooperation to the benefit of our Association.
And gratitude to the Presidium currently in office, which since Taormina has invariably and readily devoted its thinking and directed its cooperation to serving the interests of our Association and the well-being of citizens throughout the world.
It is to them that our thoughts have turned each time we have attempted to improve or at least take steps towards improving the operation of judicial institutions, the functioning of process and the rules of procedural law
May all go well with the Presidium that is to be elected in Salvador de Bahia That is the most ardent wish of a grateful International Association President on the brink of retirement.

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